El 22 de febrero de 1904, se izó por primera vez la bandera argentina en la zona más austral del mundo. Aunque fue el 29 de octubre de 1969 con la fundación de la Base Marambio, que argentina asentós su soberanía en el continente blanco.

Este 29 de octubre se cumplen 54 años de la fundación de la Base Marambio, núcleo dinámico de la operación logística en las bases antárticas y de la investigación científica en el Continente Blanco, y enclave estratégico para el ejercicio de la soberanía en el Sector Antártico Argentino.
La Base fue fundada gracias al arduo trabajo realizado por la “Patrulla Soberanía”, a partir del cual se logró habilitar una pista apta para la operación de aviones de gran porte con tren de aterrizaje convencional (ruedas), acontecimiento histórico que rompió para siempre con el aislamiento de la Antártida, a la que únicamente se accedía en ese entonces por vía marítima en épocas estivales.
Este hecho significó un avance cualitativo y cuantitativo en la comunicación con el Continente Blanco, permitiendo incorporar el medio aéreo a la cadena logística de las Campañas Antárticas: traslado de pasajeros, víveres, equipos, maquinaria y elementos esenciales para la actividad del personal desplegado en las bases antárticas. Pero además, añadió un medio de transporte rápido para brindar apoyo a la actividad científica y a las operaciones, capaz de efectuar evacuaciones sanitarias en casos de emergencia y participar en tareas de búsqueda y rescate.


La Base Marambio se ha convertido en un centro de importancia logística para el Sector Antártico Argentino y el principal punto de apoyo argentino, al contar con medios aéreos y personal todo el año.

En este ciclo continuo Marambio se ha convertido en un centro de importancia logística para el Sector Antártico Argentino y el principal punto de apoyo argentino, al contar con medios aéreos y personal altamente capacitado a disposición durante todo el año, para brindar asistencia en tareas de búsqueda y rescate, evacuaciones sanitarias en casos de emergencia, operaciones de traslado de personal y cargas, y entregas por medio aéreo a través del lanzamiento de carga cuando las condiciones meteorológicas o del terreno no permiten operar con normalidad.
Por otra parte, las singulares características del clima y las particularidades que presenta el terreno producto de millones de años de evolución, han favorecido en conjunto el desarrollo de un ambiente natural de una riqueza y diversidad que reclaman el interés de un amplio espectro de disciplinas científicas.

La historia Argentina en la Antartida

El 22 de febrero de 1904, se izó por primera vez en la historia la bandera argentina en la zona más austral del mundo. Fue en la isla Laurie del grupo Orcadas del Sur. El encargado de tal honor fue el enviado del correo, Hugo Acuña. Con sólo 18 años fue el primer argentino que izó nuestra enseña patria en el Continente Blanco.
Este hito histórico significó el comienzo de la ocupación permanente por parte de nuestro país, y aunque la fecha no es de las más recordadas, hace 4 décadas que se estableció como el Día de la Antártida Argentina.
Así comenzaba la historia de nuestro país en la Antártida. Durante cuarenta años Argentina fue el único país que mantenía permanentemente una base ocupada por personal civil y militar. En las bases que nuestro país instaló allí, entre las que se encuentra la de Orcadas y la más nombrada Base Marambio, se realizan trabajos sobre meteorología de superficie y de altura; relevamientos geológicos y localización de sensores; observación visual de auroras; estudios glaciológicos, estado del hielo en el mar; observación de la fauna, trabajos sobre aves y mamíferos marinos y monitoreo de colonias de pingüinos.


Durante cuarenta años Argentina fue el único país que mantenía permanentemente una base ocupada por personal civil y militar.

La región antártica delimitada por los meridianos 25º y 74º Oeste y el paralelo 60º de latitud Sur, forma parte del Territorio Nacional.
“La presencia Argentina en nuestro Sector, según la actividad de los foqueros criollos y de acuerdo con la investigación histórica, se produjo en la segunda década del siglo XIX”, afirman desde la Fundación Marambio, una ONG dedicada a difundir la historia y la actividad que se realiza en el sector antártico.
Los foqueros eran buques que se dirigían desde el puerto de Buenos Aires hacia las llamadas actualmente Islas Shetland del Sur en busca de sus presas.
“El secreto mantenido por nuestros foqueros hizo que el descubrimiento de esas tierras fuera ignorado por mucho tiempo y se lo atribuyeran navegantes de otros países”, sostienen desde la Fundación.

Descubriendo el continente blanco

Si bien no existen registros exactos de la primera vez que el hombre desembarcó en el sector antártico, la historia coincide en señalar que los primeros avistajes se realizaron durante el siglo XVII. En 1756 una embarcación española, el “León”, procedente del Perú en ruta a Cádiz, es abatido al sur del Cabo de Hornos por un temporal y el 28 de junio avista una isla y la circunnavega denominándola San Pedro.
Los conflictos bélicos de la lucha independentista americana dieron lugar a la campaña del almirante Guillermo Brown hacia el sur. En 1815 se dirige al sur del país para hostigar a la flota española en el Pacífico con los buques fragata “Hércules” y el bergantín “Trinidad”. En busca de su destino zarpó rumbo al sur y al transponer el cabo de Hornos un fuerte temporal lo abatió hacia el mar Antártico, alcanzando los 65º de latitud sur. El informe de Brown indica la presencia de tierra cercana.
La primera vez que se confirmó el descubrimiento de tierra más allá del sur del paralelo 60° S fue por el inglés William Smith a bordo del bergantín mercantil “Williams”, mientras navegaba desde Buenos Aires a Valparaíso, desviado de su ruta al sur del cabo de Hornos, el 19 de febrero de 1819.

La primera vez que se confirmó el descubrimiento de tierra más allá del sur del paralelo 60° S fue por el inglés William Smith a bordo del bergantín mercantil “Williams”.

La Base Marambio hoy

El trabajo sostenido de las dotaciones antárticas en las instalaciones de la Base Marambio ha mejorado sustancialmente la calidad de vida, incorporando nuevos conceptos y diseños con el objetivo de lograr un equilibrio sustentable en cuanto al ahorro y conservación de la energía, la reducción del impacto de las actividad humana en el medio ambiente antártico, y la incorporación de nuevas unidades, confortables y aptas para albergar y trasladar a otros puntos de la Antártida a grupos de exploradores y científicos.
En estas dependencias el Servicio Meteorológico Nacional brinda un completo estudio de las condiciones meteorológicas de la zona, como parte de la red mundial de meteorología, contribuyendo también a través de radio-sondeos meteorológicos y de la capa de ozono, de radiación solar y análisis nuboso de la atmósfera. ©

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