El boom de los wine bar y el vino por copa llegó para quedarse. La tendencia crece entre los más jóvenes y es una de las opciones más elegidas a la hora de salir a tomar algo.

Hace algunos años, la misión de la industria vitivinícola era “acercar el vino a los más jóvenes” y por eso, bodegas, sommeliers y equipos de marketing se dedicaron a realizar campañas para acerca la bebida y conquistar a los jóvenes argentinos. En un principio, la misión fracaso pero en el 2020 el panorama cambio. El vino se convirtió en el protagonista de varios bares y restaurantes, donde dicha bebida comenzó a compartir lugar con los porrones de cerveza. Además, en el 2021 se realizó la famosa fiesta argentina Bresh en una bodega mendocina, esto termino de acercar a la juventud al vino.
Para llegar a lo que es hoy la tendencia y como compite con las cervecerías, en primer lugar, el mercado comenzó a ofrecer un estilo de vinos más frescos, livianos y un poco menos alcohólicos. Para eso fue clave la revalorización de cepas que estaban olvidados y dan vinos de esas características, como la Criolla, la Garnacha y la Cereza.

Wine Bar

Desde hace unos años, la juventud argentina dedicada a la enología y la producción está diseñando un camino propio en el mundo del vino. Esto se refleja en la elaboración a partir de cepas diferentes, en un trabajo sustentable, en sabores originales y etiquetas llamativas.
En este contexto, los wine bar son el nuevo lugar de reunión , con una experiencia renovada que cada vez llega a más lugares de Buenos Aires y otras grandes ciudades de Argentina.
Estos tienen menos ceremonial y más dinamismo, un ambiente accesible y cómodo, donde fluyen la posibilidad de degustar y luego decidir que tomar. Estos espacios representan a sus clientes con opciones que se ajustan al consumidor sofisticado y/o inquieto.
Con una manera descontracturada de tomar, un acompañamiento de comidas rápidas, tapeo o fingerfoods, los wine bar son un éxito que crece cada día más entre los más jóvenes.
A bares como Gran Bar Danzón, Pain Et Vin, Vico, Aldo’s, The Wine Bar y la Malbequería, en el último tiempo se sumaron Doc, Naranjo, Amores tintos, Overo, Las Divinas, Winemakers, entre otros.


El empujón de la pandemia

La Pandemia por el Covid-19 sacudió a los bares y al mercado y el vino lejos de ser perjudicado, salió favorecido. Muchos Wine Bar debieron reinventarse en la pandemia y ofrecerles a los clientes una propuesta diferente.
Muchos, antes de la pandemia, ofrecían platos elaborados con vinos a precio de vinotecas y eso se terminó cuando llego el momento de bajar las persianas en la cuarentena estricta. El mercado del vino se encontraba virando a un público más joven y muchos se ajustaron con una propuesta diferente, bajando el target de la edad, pasaron de una carta formal a algo mucho más informal y dinámico, que se pueda tomar parado o sentado y sin vajilla, combinaron el estilo de las cervecerías con el del vino.

El vino pasó a ser una bebida de paso combinada con tapeo o con la posibilidad de poder consumirlo parado o en simples livings.

El vino dejó de tomarse sentado en una mesa con un plato extravagante o gourmet y pasó a ser una bebida de paso combinada con tapeo o con la posibilidad de poder consumirlo parado o en simples livings. La apertura del mercado logró que estos bares se convirtieran en la nueva tendencia, desplazando incluso, por momentos, a las cervecerías en auge.

Vino en lata

El desembarco de un nuevo envase para el vino fue el otro empujón para acercar al público más joven a la típica bebida argentina. Un formato que presenta dos virtudes: consumo individual y sustentabilidad.
Muchas bodegas se volcaron hacia este envase que atrajo principalmente a los millenials, que lo perciben como un producto novedoso, moderno, sustentable y de fácil reciclaje. Uno de los ejemplos es Bodega Santa Julia que ofrece cuatro etiquetas enlatadas.
La juventud valora que los productos sean de calidad, pero especialmente que estén realizados de manera responsable y cuidada. El público actual está enfocado en el bienestar del cuerpo y el vino es visto como un alimento y como un productos saludable, lo cual lo posiciona en un buen lugar de consumo cuando se lo bebe responsablemente.

La Bresh en una bodega mendocina

Durante el año 2021, hubó un acercamiento total entre el vino y la juventud debido a la coincidencia de que la fiesta más famosa para los jóvenes se realizó en la bodega mendocina A16, al pie de la montaña donde siempre ofrecen música en vivo y coctelería con sus vinos. Fueron cuatro fechas a las que asistieron 400 personas cada vez y donde los jóvenes se acercaron a la bebida desde un lugar de respeto y disfrute diferente.
Simplificar la comunicación del vino y hacerlo más accesible a todos no significa dejar de lado la riqueza de su universo. Quienes se dedican al mundo de esta bebida derivada de la uva y son amantes de su historia aseguran que “nunca hay un vino igual a otro” y esto es lo que permite que haya infinitos vocabularios para entenderlo.

La disputa con las cervecerías

Cada vez hay más bares que apuestan por el vino y donde lo vuelven el protagonista de los encuentros. ¿Por qué el vino ganó terreno? ¿Hay que elegir una sola opción?
Las vinotecas y los wine bars están en el foco de las miradas actualmente. Sus propuestas cancheras, atractivas y con estilo lograron afianzarse como una de las grandes opciones a la hora de salir a tomar algo.
Antes el plan de tomar vinos era más íntimo o de parejas, pero con la pandemia eso fue mutando y estos bares se convirtieron en la competencia directa de las cervecerías a la hora de elegir un lugar para realizar un after office o para encontrarse con amigos.
El “vino por copa” llegó para quedarse, pero quienes se dedican a la industria creen que todas las bebidas pueden convivir en el mundo de los bares y las salidas nocturnas. El vino no desplaza a la cerveza, llegó para ser una opción diferente de las nuevas generaciones a la hora de compartir una bebida típica y disfrutar con amigos. ©

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