Durante y después de la pandemia se dio en el mundo la infodemia. Las fake news se encuentran a la orden del día para atacar al público y cada vez son más peligrosas.

Corren rápido bajo la premisa de difundir “como sea”, antes eran denominadas como rumores y actualmente se las conoce como fake news. Son historias que han pasado a parecer relatos creíbles para una mayoría de personas, al fin y al cabo: una casi noticia.
Cuando se habla de fake news debería hablarse de fake messages, ya que son mensajes falsos que buscan un efecto en la gente. El relato es similar al de una noticia y eso hace que tengan el toque de veracidad que el público necesita para creerlas.
Día tras día, al encender el televisor o leer noticias on line, la audiencia se encuentra con noticias que no tienen suficientes fuentes para ser consideradas totalmente verídicas, eso las convierte en noticias sin verificación. Muchas veces, muchas de esas historias son fake news sobre personajes famosos, políticos, economía y otras temáticas que se consumen en gran cantidad. Pero, aunque tenga forma de noticia, no deja de ser una técnica de marketing que cuenta una historia para lograr conexión con la comunidad a la que se dirige o engagement. La noticia falsa entonces es un relato que solo sirve como producto que la gente desea comprar o no en una amplia góndola de noticias, pero al final solo busca dar un mensaje indirecto a quien la lee o la difunde.

Desinformación a la orden del día

Los contenidos falsos que circulan por internet y redes sociales, que aumentaron a raíz de la pandemia, suponen una amenaza no solo para la democracia, sino también para los derechos humanos, entre ellos el de la educación, así lo aseguró la UNESCO con motivo de la Semana Mundial de la Alfabetización Mediática e Informacional.
La desinformación se agravó a niveles sin precedentes, no solo en Argentina sino también en todo el mundo, lo que hace más urgente asegurar que la ciudadanía adquiera competencias que le permitan identificar qué contenidos consumir y cuáles son los falsos.

Dada las condiciones en que se encuentra el receptor del mensaje actualmente se produce, gracias a estas noticias de tinte falso, un efecto desinformativo en la población. Las fake news suelen propagarse con mucha más rapidez en redes sociales que las noticias verdaderas. Esto causa que generalmente se mezclen las noticias chequeadas con las que no lo están y en las redes suelen ser las segundas las que llegan a más cantidad de gente, esto sucede debido al impacto que tienen o al nivel de engagement que generan. Por eso, se produce una desinformación en las personas que cuanto más leen o ven, menos se informan realmente.

Fakebook

En marzo, cuando las afirmaciones sobre los peligros e ineficacia de las vacunas contra el coronavirus se difundieron en las redes sociales, algunos empleados de Facebook pensaron que habían encontrado una manera de ayudar. Así fue como se alteraron las clasificaciones de publicaciones sobre vacunas en las fuentes de noticias de las personas, los investigadores de la compañía se dieron cuenta de que podían así reducir la información engañosa que las personas veían sobre las vacunas y ofrecer a los usuarios publicaciones de fuentes legítimas como la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por el contrario Facebook archivó algunas sugerencias del estudio y no se realizaron cambios hasta abril.

Cuando se habla de fake news debería hablarse de fake messages, ya que son mensajes falsos que buscan un efecto en la gente.

Cuando otro investigador de Facebook sugirió deshabilitar los comentarios en las publicaciones de vacunas en marzo hasta que la plataforma pudiera hacer un mejor trabajo al abordar los mensajes anti vacunas, la propuesta fue ignorada. Los críticos dicen que la razón por la que la empresa tardó en tomar medidas sobre las ideas es simple: al gigante tecnológico le preocupaba que pudiera afectar las ganancias. Este conflicto lejos de estar resuelto sigue en manos de las autoridades de Facebook y en vistas de los medios de comunicación de Estados Unidos.

Súper replicadas

La compañía de alcance global, BTR Consulting, especializada en consultoría en ciberseguridad, administración de riesgos, negocios y auditoría, presentó hace unos días “FakeNews 2021”, un análisis sobre el fenómeno de las noticias falsas en el mundo digital, su origen, los distintos tipos que existen, aquellas falsas noticias que más difusión recibieron, el público destinatario y los peligros de la desinformación. Entre las conclusiones a las que llega el informe se encuentra que la novedad y las emociones son las claves de la viralización de las fake news.
En el análisis también descubrieron un vínculo entre las personas que compartían información continuamente con comportamientos asociados a reacciones de emergencia o emoción. Asimismo, las respuestas aportadas por más de 900 personas, identificaron el anonimato, la suplantación de identidad y el uso de las plataformas tecnológicas y bots como factores en común para engañar.

Un informe realizado por BTR Consulting llegó a la conclusión que la novedad y las emociones son las claves de la viralización de las fake news.

El coronavirus y el aislamiento de las personas fueron el escenario ideal para la difusión de noticias falsas. En ese sentido, el top 12 de las que circularon tuvieron que ver con el origen del virus, personalidades afectadas y métodos para prevenir o combatir el contagio. A esto se lo denominó por los especialistas en el área como “Infodemia”, describiendo el conjunto de información que rodea al COVID-19.
Desde BTR destacaron que las fake news tienen un 70 % más de probabilidad de ser replicadas que las noticias verdaderas y que se difunden viralmente.

Las principales victimas

La exposición a las noticias falsas y la desinformación en general, según el informe que realizaron en BTR, no se distribuye por igual entre usuarios, ya que los adultos mayores tienen muchas más probabilidades de visitar sitios web de fake news o compartir artículos de este tipo.
Cuando las personas difunden información errónea a menudo creen en ella, por el contrario la desinformación se elabora y difunde con la intención de engañar a los demás. Muchas veces los mismos políticos, famosos, economistas, dueños de empresas y demás son los que hacen circular noticias falsas sobre si mismos con algún interés particular, por eso es que estas son como productos que la gente consume a su antojo y detrás hay alguien con un interés en que consuman. ©

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