El submarino Ara San Juan, perteneciente a la Armada Argentina, desapareció el 15 de noviembre de 2017 mientras realizaba un ejercicio de patrullaje en el Atlántico Sur. Este incidente marcó un momento crucial en la historia naval de Argentina y conmovió a la nación entera.

En noviembre de 2017, el submarino ARA San Juan, perteneciente a la Armada Argentina, se encontraba realizando una patrulla rutinaria en el Atlántico Sur. Sin embargo, lo que comenzó como una misión estándar se convirtió en una de las peores tragedias navales en la historia de Argentina.
Ese 15 de noviembre sucedió la última comunicación con el ARA San Juan. El submarino, con 44 tripulantes a bordo, perdió todo contacto, generando una angustia nacional e internacional. Durante días, se desplegaron esfuerzos de búsqueda y rescate en una carrera contra el tiempo y las adversidades del clima en el Atlántico Sur.
La operación de búsqueda enfrentó desafíos considerables. Las aguas profundas y las condiciones meteorológicas adversas complicaron los esfuerzos de localización. Además, la falta de información precisa sobre la ubicación exacta de la desaparición del submarino prolongó la incertidumbre.
A medida que los días se convirtieron en semanas, la esperanza de encontrar a la tripulación con vida se desvaneció. Familias, amigos y compatriotas se unieron en una muestra de solidaridad y apoyo a los afectados. La comunidad internacional se unió en apoyo a Argentina. Países como Estados Unidos, Reino Unido, Rusia y varios otros brindaron recursos, equipos y expertos para colaborar en la búsqueda del ARA San Juan.

El 17 de noviembre de 2018, un año y dos días más tarde de su desaparición,  la empresa Ocean Infinity confirmó el hallazgo de los restos del submarino en el lecho marino.

Con posterioridad se sabría que el submarino se encontraba en misión de patrulla, cuando sufrió un desperfecto eléctrico con “principio de incendio” (humo sin fuego) luego reparado, que motivó la orden de dirigirse a Mar del Plata.
En los primeros días, la Armada desmintió oficialmente que se hubiera producido un incendio a bordo del submarino, aunque Claudio Rodríguez, hermano del suboficial Hernán Rodríguez, jefe de máquinas del ARA San Juan, dio a conocer a la prensa que debieron anticipar su regreso por “problemas con el submarino”.


El Submarino

El submarino ARA San Juan fue construido en Alemania y entró en servicio en 1985. Pertenece a la clase TR-1700, una serie de submarinos diseñados para operaciones de patrulla y combate en aguas profundas. Con una longitud de aproximadamente 65 metros y una tripulación de 44 personas, el ARA San Juan representaba una parte fundamental de la capacidad naval de Argentina.
A lo largo de su servicio, el ARA San Juan participó en diversas misiones, incluyendo patrullajes en el Atlántico Sur y ejercicios de cooperación internacional. Sin embargo, también experimentó una serie de problemas técnicos que generaron preocupación.

La búsqueda

Varios países se unieron a la búsqueda ofreciendo buques especializados. Entre ellos se encontraban el buque oceanográfico “Atlantis” de los Estados Unidos, el buque polar británico “HMS Protector”, y el remolcador ruso “Yantar”.
Se desplegaron submarinos y vehículos sumergibles no tripulados con capacidades de rescate y sonar avanzado para explorar el lecho marino y buscar el submarino a grandes profundidades.

Fue gracias a la tecnología y experiencia del Ocean Infinity que se logró localizar los restos del Ara San Juan en una profundidad de aproximadamente 900 metros y a una distancia de unos 500 kilómetros de la costa.

Mientras que helicópteros y aviones de patrulla marítima de varios países, incluyendo Argentina, Estados Unidos, Reino Unido y otros, participaron en misiones de reconocimiento aéreo y búsqueda en superficie.
A pesar de los esfuerzos intensivos y la colaboración internacional, la ubicación exacta del ARA San Juan no se logró determinar hasta un año después de su desaparición. El 17 de noviembre de 2018, la empresa Ocean Infinity confirmó el hallazgo de los restos del submarino en el lecho marino.

El Hallazgo del Ocean Infinity

Ocean Infinity es una empresa especializada en tecnología marina y operaciones de búsqueda en el océano. Utiliza tecnología avanzada, incluyendo vehículos submarinos autónomos (AUV por sus siglas en inglés) y equipos de sonar de alta resolución, lo que lo convierte en un recurso poderoso para localizar objetos en el lecho marino.
En este caso, la empresa fue contratada por el gobierno argentino para ayudar en la búsqueda del ARA San Juan. Su tecnología y experiencia en operaciones de búsqueda en aguas profundas jugaron un papel fundamental en el hallazgo del submarino.


El Ocean Infinity desplegó varios de sus AUV, que son vehículos submarinos no tripulados diseñados para explorar grandes áreas del lecho marino con precisión. Estos vehículos utilizan sistemas de sonar avanzados para mapear el fondo del océano y buscar objetos de interés.
Fue gracias a la tecnología y experiencia del Ocean Infinity que se logró localizar los restos del Ara San Juan en una profundidad de aproximadamente 900 metros y a una distancia de unos 500 kilómetros de la costa. Este hallazgo fue un momento crucial en la operación de búsqueda y proporcionó respuestas a las incógnitas que rodeaban la desaparición del submarino.
La contribución del Ocean Infinity destaca la importancia de contar con tecnología de vanguardia y experiencia en operaciones de búsqueda en el océano, especialmente en casos tan complejos como el del Ara San Juan.

El Legado

El hundimiento del ARA San Juan dejó una profunda marca en la historia naval de Argentina. Este evento subrayó la necesidad de revisar los protocolos de seguridad y comunicación, así como la importancia de invertir en tecnología y entrenamiento para las fuerzas armadas.
Esta tragedia dejó una profunda marca en Argentina y en la comunidad internacional. Se convirtió en un recordatorio de los riesgos asociados con las operaciones navales y la importancia de mantener estándares de seguridad rigurosos en todas las fases de la navegación submarina.
El evento también desencadenó una revisión exhaustiva de los protocolos de seguridad y procedimientos de mantenimiento en la Armada Argentina, así como un debate sobre la inversión en tecnología naval y el apoyo a las fuerzas armadas en el país.
Esta historia es un testimonio de la dedicación y sacrificio de los marinos que sirvieron a bordo del Ara San Juan, así como un llamado a la reflexión sobre la importancia de la seguridad en las operaciones navales.
El ARA San Juan permanece como un recordatorio de la valentía de los hombres y mujeres que sirven en la Armada Argentina, la solidaridad de la comunidad internacional y la desidia del Estado. ©

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