Ubicada a 33 kilómetros de Buenos Aires, la Isla Martín García posee una historia tan amplia como sus 168 hectáreas. Centro de disputas, su carcel alojó a los presidentes Yrigoyen, Perón y Frondizi. En tiempos de pandemia, es un lugar ideal, y al aire libre, para romper un poco con la rutina porteña.

La historia y la naturaleza se unen de forma particular en la Isla Martín García. Ubicada en el Río de la Plata, esta isla de basamento rocoso fue declarada parque y reserva recreativa provincial en 1969. En la actualidad, es el sitio ideal para hacer una escapada de dos días, una excursión de una tarde o, simplemente, conocer un poco más de la historia Argentina.

De cárcel a Reserva Natural

Cuando los españoles llegaron a la isla en 1516, observaron advirtieron su posicionamiento estratégico, en términos militares, y asentaron bases con fines defensivos. Fue el capitán español Juan Díaz de Solís quien le dio nombre a la isla, en honor a un miembro de la tripulación que había muerto en altamar y fue enterrado allí. Dato curioso, ese desembarco fue el primero fehacientemente comprobado de españoles en el actual argentino.
En 1765 la isla se convirtió en cárcel y lugar de destierro, pero esta nueva función no le duraría mucho. Tas la formación del primer Virreinato de La Plata, el Virrey, Pedro de Cevallos, la fortificó y la convirtió en guarnición militar.
Llegó 1810 y, con él, la Revolución de Mayo. Entonces, el secretario de la Primera Junta Mariano Moreno, propuso ofrecer la isla a los ingleses para que hicieran de ella una base militar con el objetivo de combatir a su enemigo en común: los españoles. La propuesta sólo se quedó en una idea, pues la isla fue ocupada por los realistas de Montevideo. Durante el surgimiento de Argentina como Nación independiente, Martín García vio pasar por sus tierras distintos grupos de diversas nacionalidades.


En 1900 la isla se convirtió en presidio y lazareto. También tenía importantes baterías de artillería. La cárcel se hizo famosa por haber alojado a presidentes y otros políticos importantes.
Tras ser derrocado por el Golpe de Estado de 1930, Hipólito Yrigoyen fue trasladado a Martín García. En diciembre de 1932, la época más revolucionara del radicalismo, Marcelo Torcuato de Alvear fue enviado, por subversivo junto a Yrigoyen a cumplir una sentencia de 4 meses.
En 1945 sería el turno de Juan Domingo Perón, detenido el13 de octubre. Su estadía no fue muy extensa. El 17 de octubre el pueblo marchó a Plaza de Mayo y logró su liberación.
Por último, el 29 de marzo de 1962 fue detenido y trasladado a la isla Arturo Frondizi. Allí permaneció durante un año y medio, siendo el Presidente que más tiempo estuvo preso en Martín García.

Martín García moderna

Tras ser nombrada Reserva Natural en 1969, la isla se convirtió en un atractivo turístico no sólo por la historia que todavía late desde las construcciones que quedan en pie, sino también por la abundante fauna y flora del lugar, que puede conocerse a través de los senderos marcados y otros ocultos.

Con una superficie de 168 hectáreas, la isla se ubica a 27 metros sobre el nivel del mar. Si bien su flora y fauna es típica de la zona del Delta, posee retazos de selva misionera, algo muy atípico en la zona. Esto se debe a que, mientras que el resto de las islas del Delta se formaron por acumulación de sedimentos provenientes de los Ríos Paraná y Uruguay, Martín García es un desprendimiento rocoso del plegamiento precámbrico del macizo de Brasilia.

El capitán español Juan Díaz de Solís le dio nombre a la isla, en honor a un miembro de la tripulación que había muerto en altamar y fue enterrado allí.

Es gracias a esta increíble dualidad que la isla de 1800 años permite disfrutar de amplios escenarios, desde senderos selváticos que conducen a paisajes amazónicos, hasta pequeñas playas características del Delta. Aunque las playas son de fácil acceso, no se recomienda alejarse de la costa ni, mucho menos, nadar, ya que las corrientes son peligrosas y hay pozos en el lecho del río.
En la actualidad, la isla funciona como centro turístico. La recorrida a pie conduce a los visitantes a través de sitios interesantes, como el barrio chino, el Parque a los Héroes, el cementerio, el faro y la pista de aterrizaje, todos ellos accesibles al público. Aquellos fanáticos de la historia que definió a esta tierra también pueden visitar el museo histórico, el teatro y las ruinas de lo que alguna vez fue el penal.

Comer y dormir

La isla se encuentra a tres horas de viaje en catamarán, por lo que se ofrece la opción de alojamiento y comida para quienes no deseen hacer el trayecto idea y vuelta en el día.
El restaurante-comedor Solís es atendido por sus propios dueños. Allí se puede degustar comida casera. Abierto al medio día y a la noche, permite que los viajeros se conozcan y se sientan como en casa. En verano se habilita la pileta para el uso de los visitantes.
Aquellos que sólo busquen probar una tajada del sabor de la isla pueden acercarse a La Panadería, cuya especialidad es el muy recomendado pan dulce.
En cuanto al hospedaje, Martín García posee dos opciones: la Hostería Martín García, reconocida por su cómodo servicio de pensión completa, y el Camping de la Isla, un poco más económico pero con todos los servicios necesarios para el campista. Éste último está emplazado en el corazón de la isla, lo que lo convierte en el sitio ideal para aquellos aventureros que busquen una experiencia distinta. La única advertencia es que ambos alojamientos suelen estar siempre llenos, por lo que se recomienda reserva previa.


Tras ser nombrada Reserva Natural en 1969, la isla se convirtió en un atractivo turístico, por su historia y por la abundante fauna y flora del lugar.

Los traslados se realizan desde Tigre, donde se puede contratar el servicio de catamarán o preguntar por las lanchas taxis. Ya sea para pasar el día, unas horas o un fin de semana, la Isla Martín García propone alejarse por un rato de la tecnología para descubrir uno de los sitios más emblemáticos de la historia Argentina.
En tiempos de pandemia, todos aquellos que quieran visitar la Isla deberán tramitar el “Certificado Verano” (declaración jurada) ingresando al ink de argentina.gob.ar/verano.
Dentro de la isla todos los servicios cumplen la legislación local y las recomendaciones sanitarias en materia de protección y seguridad para evitar el contagio del virus Covid-19, deberá mantenerse la distancia de seguridad de un metro, siempre que sea posible. Es obligatorio el uso de mascarilla, la cual debe ser llevada por cada visitante. ©

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