Así se llama la réplica original de la Estatua de la Libertad ubicada en el barrio porteño de Belgrano. El monumento fue creado por escultor francés Frederic Auguste Bartholdi, al igual que el que se encuentra en Nueva York, Estados Unidos. A diferencia de esta última, la nuestra mide 3 metros y fue fabricada en hierro rojo.
En la Plaza Barrancas de Belgrano de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, limitando con la Avenida La Pampa, está ubicada una de las réplicas de la Estatua de la Libertad que hay en la Argentina. El monumento porteño, al igual que el que se encuentra en Nueva York, fue realizado por el escultor francés Frederic Auguste Bartholdi.
La estatua, cuyo verdadero nombre es «La Libertad Iluminando al Mundo», representa a una mujer de pie, vestida con una estola amplia, que porta en su cabeza una corona con siete picos, los cuales simbolizan los siete continentes y los siete mares, y veinticinco gemas. La diadema recuerda a la que portaba Helios -personificación del Sol en la mitología griega.
La Libertad blande en su mano derecha una antorcha encendida, que mantiene en alto, la cual alude al Siglo de las Luces. Con su mano izquierda sostiene junto a su cuerpo una tablilla que evoca la ley y tiene grabada la fecha de la firma de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, escrita en números romanos: JULY IV MDCCLXXVI.
Mientras que la Estatua de la Libertad de Nueva York fue un regalo de Francia a los Estados Unidos en conmemoración del centenario de la Declaración de Independencia norteamericana, y se inauguró en presencia del presidente estadounidense Grover Cleveland el 28 de octubre de 1886, la nuestra fue adquirida por encargo de la Municipalidad de Buenos Aires junto a otras obras y se cree que se inauguró veinticinco días antes el 3 de octubre de ese año, aunque de esto último no hay registros.
Es probable que nuestra estatua se inaugurara con anterioridad, debido a que nueve días después el presidente Julio Argentino Roca debía entregar la banda presidencial a Miguel Ángel Juárez Celman.
Quienes cuestionan su originalidad, sólo necesitan acercarse al pie de la escultura para encontrar allí la firma del escultor francés junto a la leyenda: «Fondu por Le Val D´Osne 68, 8 rue Voltaire, Paris».
La Estatua de la Libertad porteña mide unos tres metros y fue hecha en hierro rojo.
La gestación de un símbolo
En 1865 Bartholdi acudió a una cena en casa del profesor e historiador francés Edouard de Laboulaye, en la que los invitados conversaron sobre la estrecha amistad que unía a Francia con Estados Unidos desde que el marqués de Lafayette luchó en la guerra de independencia de este país.
Esa noche Laboulaye gestó la idea de una gigantesca estatua para conmemorar la independencia de Estados Unidos y Bartholdi fue comisionado para explorar la posibilidad.
En mayo de 1885 la estatua fue desmantelada y empacada en 214 grandes cajones para luego ser transportada en un navío de la marina francesa hacia su destino final. En abril de 1886 finalizó la construcción del pedestal y se dio inicio a la tarea de reensamblarla. ©
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