Julieta Puente, run for your life

Comunicadora, conductora, runner y muchos adjetivos más coronan a este nueva influencer de Instagram que no para de sumar seguidores a su red social gracias a sus clases fitness en vivo.

“El Cardio de la felicidad” es un vivo de Instagram que surgió durante la cuarentena y que día tras día se hace más viral no sólo entre seguidores comunes, sino también entre los famosos. Julieta Puente es comunicadora social y se desempeña como la cara de las redes de Canal Trece, pero además es una influencer, que utilizó el aislamiento para llegar a la casa de los argentinos con una rutina de gimnasia que no para de atraer adeptos.
Puente reversionó el aislamiento social y lo convirtió en la oportunidad para llegar a más personas con su trabajo. El vivo que hace en su cuenta de Instagram cada día suma más personas que lo miran, programas de televisión ya la invitaron a participar y cada día se vuelve más famosa.

– ¿Cómo comenzaste en el mundo de los medios de comunicación?
Yo en realidad soy de Gualeguaychu, a los 17 años me vine a Buenos Aires a estudiar Comunicación Social, mis papás hicieron un esfuerzo enorme para que yo pudiera estudiar acá. Por eso, sentí la necesidad de empezar a ayudar a pagarme mis estudios y por eso me anote en una pasantía de la Facultad. La realidad es que siempre quise ser conductora, desde chica, mi objetivo siempre fue ese, pero cuando empecé acá obviamente me costó ingresar a trabajar. Entre a la cartelera de búsqueda laboral de la facu y me anote a todas las pasantías que había, lo gracioso es que no me decía donde me estaba anotando. De todas esas en las que me anote, solo me llamaron de una que fue de Clarín, cuando me llaman les dije que nunca había mandado mis datos ahí y ahí comencé escribiendo para Revista Viva, que fue mi primer trabajo en un medio.
En Viva yo hacía entrevistas de historias de vida, no tenía nada que ver con espectáculos y un día una compañera le tenía que hacer una nota a Nico Francella y tuvo un problema y me mandaron a mí. Esa fue mi primera nota cerca del mundo del espectáculo. Cuando lo entreviste me di cuenta que eso era lo que me gustaba hacer. Luego trabaje en la Revista Pronto durante tres años, siempre digo que esa experiencia fue mi escuela. Yo estaba en gráfica, ahí tuve mi experiencia más cercana al periodismo en sí, los cierre de revista eran hasta las 4 de la mañana. Me mandaban a hacer temporadas a Punta del Este y Mar del Plata, me pasaba todo el verano entre las dos ciudades. En ese mismo tiempo estuve unos meses en un programa del canal Quiero y cuando me fui de ahí, paso un tiempo y me llamaron para que vuelva a trabajar con ellos pero ya directamente en Canal 13 como la imagen de las redes de ellos.


– En la actualidad, ¿te ves más trabajando con redes sociales o en la televisión?
Muchos tenemos ganas de trabajar en la tele, pero al mismo tiempo nos damos cuenta que la revolución de la tecnología hace que la posta este en las redes sociales. Yo creo que las dos son compatibles, que puedo tranquilamente hacer las dos cosas. Esto es mi trabajo, yo no me lo tomo como un juego, ni a las redes, ni a la posibilidad de estar más en televisión. Creo que hoy lo que te permite la profesión es armarte de alguna manera un combo, donde conviven las dos cosas. Lo que sí es fundamental, y creo que mucha gente no entiende, es que cuando empezas a trabajar con las redes, eso te demando mucho tiempo: generar el contenido, pensar de qué forma publicarlo, cada vez hay más gente del otro lado.
Ahora me mido más al momento de decir cosas públicamente en redes, antes quizás lo tomaba más como un juego, pero cuando hay tanta gente del otro lado hay que tener cuidado. Es muy delicada la línea entre la que todos te quieren y te tiran buena onda y que si dijiste algo malo te matan, es muy difícil manejar eso.

– ¿Cómo surge el amor por el running?
Desde los 4 hasta los 17 años hice gimnasia artística en Entre Ríos, me crié compitiendo y entrenando. La verdad es que me lo inculcaron desde chica y cuando vine a Buenos Aires me pasaba que iba al gimnasio y me aburría, entonces encontré esa pasión en el running. Ahora no puedo correr todos los días, lo hago día por medio y entreno a diario. El momento que elijo para correr es bien temprano antes de arrancar el día, esa es mi mejor terapia. Yo soy una persona antes de correr y otra después. Eso mismo plasmo en la clase de cardio que doy en Instagram. Cambia el humor, cambia la energía. A mí me hizo un click y me di cuenta que generaba un cambio en mí el correr. No soy obsesiva con eso de correr mil carreras o así, lo hago más por algo que me hace bien a mí, a mi alma.

– ¿Qué les recomendas a los que te siguen o que te ven como ejemplo a la hora de ejercitarse, alimentarse o verse bien? ¿Crees que es importante estar bien mental y espiritualmente para también estar bien desde el lado físico?
Para mí el foco debe estar en que te haga bien hacer actividad física. Uso mucho la frase “busca tu mejor versión” porque fue lo que me paso a mí, fue como ordenarme. Lo importante es buscar una actividad que les guste, no solo correr, hay un montón de actividades que están buenas. Les recomiendo que saquen el foco de “tener el cuerpo como te gusta” y piensen en buscar una actividad para despejar la cabeza.
Creo 100% en que estar bien espiritualmente hace que estemos bien físicamente. Yo tuve un trastorno de alimentación que me hizo ser muy exigente conmigo y noto que los momentos de mi día en los que más me exijo, son los momentos donde por ahí no me gusta tanto como me veo o como me siento. En cambio, cuando me permito relajarme y disfrutar de lo que estoy haciendo, ser un poco más yo, ahí me siento mejor conmigo misma. Acá en Argentina, las mujeres a veces entrenamos solo para vernos bien o por una cuestión de imagen y eso debe cambiar.

– ¿Cómo surgió el famoso “Cardio de la felicidad” del que todos hablan en la cuarentena? ¿Crees que de esta manera motivas a las personas?
Me cuesta mucho entender lo que está pasando. Cuando freno y veo los mensajes que tengo y demás ahí me doy cuenta. Para mí es lo que siempre quise y sigo sin entenderlo. Recibo mensajes de chicas que están llorando, gente que me dice que termino la clase llorando, me cuentan historias que son muy fuertes de superación y eso es lo que me hace seguir. Yo antes de todo esto, nunca entrenaba a la tarde y no hago esa clase, el cardio lo hago 100% para la gente. Hoy en día ya lo tomó como un compromiso, porque sé que hay muchas personas esperándolo.
En medio de esta Pandemia, con todos los problemas que hay, que me digan que el momento de mi clase les hace bien, los hace olvidar los problemas que tienen… eso me obliga a tomar compromiso y a ayudar desde mi lugar con algo tan simple.

No soy obsesiva con eso de correr mil carreras o así,
lo hago más por algo que me hace bien a mí, a mi alma.

Era muy reacia a los vivos de Instagram y siempre entraba veía que había 100 personas o así y decía que yo no lo iba a hacer porque no iba a entrar nadie. Y un día mi auspiciante me pide que me meta en la cuenta de ellos y haga una clase, entonces como yo no soy profe le pedí a los míos que me armarán una, que es la clase de cardio con la que empecé (después fue cambiando porque era muy dura). Luego de ese primer vivo, en la cuenta de ellos recibí alrededor de 20 mensajes positivos y pidiéndome de hacerla desde el mío, así me mande a hacerla desde el mío personal.
La primera vez que la hice desde mi cuenta éramos aproximadamente 500 personas, el otro día me reía porque cuando empezamos así yo sacaba screenshot y me sorprendía de que toda esa gente hiciera la clase. Al principio lo hacía sin horarios, cuando pintaba y me di cuenta que tenía que ordenarlo, ahí empecé a hacerlo los jueves y domingos. En este tiempo pase de tener 500 personas conectadas a tener 22 mil y es una locura. Me cuesta creer que haya tanta gente entrenando del otro lado y yo nunca me conformo y cada vez quiero más.


Cuando me pasa que un famoso me etiqueta haciendo el cardio es re loco, porque siempre fui yo la que los buscaba para hacerles notas o así. Ese es el ejemplo de que cuando uno hace algo que le gusta y con pasión eso se trasmite y llega al otro. Yo vengo hace un montón remándola en mi trabajo y muchas veces estuve atrás de cámara en el Bailando y sentía que no era yo, como que me faltaba algo. Y ahora recién con la cuarentena y el “Cardio de la felicidad” pude sentir lo que realmente soy yo.

– ¿Tu camino profesional lo ves por el lado de los medios de comunicación o por el lado del fitness? ¿Ambas cosas pueden ir de la mano?
Nunca me lo había planteado. Siempre sentí como que lo mío era el espectáculo y ahora me di cuenta que no me hayo mucho con todo lo que es las peleas de famosos y demás. Así que encontrarme con el mundo del fitness y sentir que me siguen por eso también me encanta. Yo creo que tranquilamente las dos pueden ir de la mano.
Actualmente, quiero dejar fluir. Creo que todo se va dando día a día y que va cambiando y más ahora que no se sabe que va a pasar. Lo que sí quiero hacer cuando termine la cuarentena es el “Cardio de la felicidad” en vivo, lo estoy produciendo junto a mi pareja para hacerlo y que vaya mucha gente, que haya DJs en vivo y un escenario. La idea es hacerlo primero en Buenos Aires y después por distintas partes del país.

– ¿Qué le dirías a todos tus seguidores que buscan en vos motivación, inspiración, energía… cual sería hoy tu consejo para todos ellos?
Lo primero que diría es que yo me considero el ejemplo de trabajar muy duro, de tener días en los que estas triste o te sentís frustrado. La diferencia entre los que avanzan y los que no son justamente en esos días, donde sentís que no avanzas, ahí tienen que apretar el acelerador en lo que sea que se propongan. Esos días difíciles deben ser para empujarlos hacia adelante y buscar su mejor versión. Hay muchos profesionales que pueden ayudarlos y guiarlos en la versión que ellos quieren, es trabajar mucho con uno mismo. Hacer actividad física sirve para empoderarse y tomar confianza en uno mismo, es importante para salir al mundo creyéndote mil porque de verdad, más allá de los obstáculos, nadie puede contra la fuerza de uno mismo. Te pueden decir que no mil veces, pero insistiendo y trabajando lo van a poder lograr tarde o temprano. ©

 

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