De rector a Presidente

“Tenemos que asumir que la justicia está en deuda con la sociedad”, enfatiza el nuevo presidente del Consejo de la Magistratura de la Nación y nos cuenta todo sobre su trayectoria académica y la combinación de trabajos dentro y fuera de la UNLZ.

Desde el Conurbano Bonaerense y con una larga trayectoria en el ámbito universitario y judicial, el rector de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ), Diego Molea, supo hacerse lugar dentro de la política argentina. En febrero de este año fue elegido por unanimidad como Presidente del Consejo de la Magistratura de la Nación, del cual era consejero desde el 2018.
Su carrera inicia dentro de los pasillos de la UNLZ, donde es rector desde el 2012 luego de haber sido reelecto por unanimidad en 2015 y 2019 para continuar al frente de la institución hasta el 2024. También ejerció el cargo de presidente del Colegio de Abogados del Departamento Judicial de Lomas de Zamora (CALZ) y a sus 48 años es uno de los hombres más importantes de la justicia argentina.

– ¿Qué significó ser votado por unanimidad para ser Presidente del Consejo de la Magistratura?
– Para mí fue un honor esta elección. En principio ser el representante del sector académico y científico con el apoyo unánime de mis colegas del Consejo Interuniversitario Nacional. Y este año, también en forma unánime fui elegido para presidir el Consejo de la Magistratura, siempre generando acuerdos a través del diálogo con todos los sectores. En el Consejo somos integrantes con diversidad de ideologías, de pensamiento, pero nunca renunciamos al diálogo y a la construcción de consensos. Algo que logramos con la presidencia de Alberto Lugones, y vamos a seguir por ese camino.

– ¿Cuáles son tus metas en este puesto y que te gustaría lograr dentro de la Justicia argentina?
– En principio tenemos que asumir que la Justicia está en deuda con la sociedad. Debemos garantizar la independencia del sistema y desterrar toda sospecha de politización. Como dije ese día, mi compromiso es llevar una gestión que se haga cargo de la expectativa social de vivir en un país más justo. En ese sentido continuaremos trabajando en la celeridad y transparencia de los procesos de selección de magistrados. Por otro lado, ya comenzamos a trabajar para profundizar la perspectiva de género dentro de la Justicia y así eliminar los resabios de machismo que se reflejan en muchos fallos y también en la integración del Poder Judicial.
Por último, es necesario asumir el desafío de crear una pedagogía de la Justicia, que no solamente garantice el acceso a la información, sino que también sea clara y accesible desde el lenguaje, eliminando tecnicismos innecesarios que solamente generan distancia entre la Justicia y la gente.

– Apoyaste el proyecto del Presidente Alberto Fernández con respecto a la reforma en el Consejo que presidís, ¿por qué?
– Considero que dentro del cuerpo tiene que haber una mayor representación de los estamentos para lograr un equilibrio.

– ¿Cuál es tu opinión acerca de la justicia argentina tan criticada por la población de nuestro país?
– Creo que la Justicia está en deuda, pero también creo que hay muchísimos jueces, juezas, funcionarios y funcionarias que realizan un gran trabajo, comprometido y a la altura de las circunstancias. Lo que sucede es que muchas veces los casos más resonantes en los medios de comunicación son aquellos que tienen un componente de escándalo, eso y el tratamiento que se le da usualmente a las noticias judiciales contribuyen a generar una idea muy negativa del funcionamiento de la Justicia. El juez que hace bien su trabajo, que le da celeridad a sus resoluciones, no sale en los diarios. Este es uno de los desafíos más grandes, crear una Pedagogía de la Justicia, trabajar como sistema en mecanismos de comunicación con la sociedad. Los juzgados y tribunales tienen la obligación de comunicar de manera estratégica. No es fácil, pero ya estamos trabajando en eso, en la capacitación de magistrados y magistradas para saber cómo relacionarse con los medios, para generar herramientas efectivas de comunicación, para incentivar el lenguaje claro.

– ¿Qué pensás acerca de la Reforma Judicial?
– Creo que son necesarias varias reformas judiciales. Hay reformas que son en temas procesales, otras de organización del Poder Judicial, y para mí la reforma judicial más grande es la que está por venir que es la que atiende los problemas cotidianos de la gente. Me preocupan más los tiempos que tarda una sucesión o un juicio de alimentos que los temas que salen en los medios. Me preocupan las causas por despidos, las cuestiones previsionales, lo engorrosa que es una adopción. No hay una sola reforma, son varias las que hay que dar.

Creo que la Justicia está en deuda, pero también creo que hay muchísimos jueces, juezas, funcionarios y funcionarias que realizan un gran trabajo, comprometido y a la altura de las circunstancias.

– Desde el 2012 que sos el Rector de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, ¿qué sentimiento te genera la confianza depositada en vos durante tanto tiempo? ¿tu idea es seguir avanzando en el crecimiento de esta Casa de Estudios?
– Es un orgullo y una responsabilidad enorme. Lo importante es que pudimos construir una convivencia y un consenso firme de lo que queremos para la Universidad, y tanto los decanos como las distintas autoridades y estamentos tenemos en claro que apostamos a la continuidad. El crecimiento en infraestructura que logramos va a continuar, pero también trabajamos para adaptarnos a los desafíos que se vienen y lo que tenemos hoy en día desde la gestión académica hasta la actualización de carreras y contenidos. La Universidad de Lomas lleva en su ADN la innovación. Desde que nació en 1972 con carreras muy novedosas para su época fue un faro. Años después en el Conurbano tenemos más Universidades, todas pensadas para dar respuestas a su comunidad y a su entorno, es algo que celebramos. Desde la UNLZ continuamos con esa meta de relacionarnos fuertemente con los sectores productivos y sociales de la zona para el desarrollo de la comunidad, apostando a la creación de conocimiento, el desarrollo de tecnología, y por supuesto llevando al Universidad a cada barrio para que los pibes y pibas sientan que la Universidad es suya y que estudiar es posible.

– ¿Cómo fue pasar de ser un estudiante de los pasillos de la Facultad a ser el rector de la misma? ¿Era algo que siempre habías querido?
– Siempre estuve vinculado a la vida política dentro de la Universidad. Cuando comencé a estudiar no era un objetivo que me había planteado, se fue dando, pero sí siempre me interesó la gestión y la política como herramienta de cambio y de mejora de las condiciones de vida.

– Actualmente, tenés muchas responsabilidades y cargos que seguro te roban mucho tiempo… ¿cómo combinas el trabajo académico con el de tu cargo político dentro del Consejo?
– Lo importante es tener buenos equipos de trabajo, comprometidos y con visión de conjunto. Tanto en la Universidad como en el Consejo de la Magistratura.


– Si tuvieras que elegir el ámbito donde te sentís más a gusto y cómodo trabajando, ¿sería el académico, el político o una combinación de ambas cosas?
– Siempre me interesó la política desde mis épocas de estudiante y militante universitario. Desde muy joven estuve involucrado en la gestión de instituciones públicas como la Facultad, la Universidad, el Colegio de Abogados. Soy un creyente en la política como herramienta de cambio, por eso siempre estuve comprometido en la gestión. Pero también disfruto mucho lo académico, desde la formación constante, hasta el intercambio como docente. De todas maneras, son cuestiones que se complementan, la gestión sin adecuada preparación y capacitación constante no es posible.

Trabajo para mejorar la Justicia y lo seguiré haciendo desde donde me toque.

– La UNLZ es tu casa y en los últimos años ha crecido muchísimo no solo a nivel educacional sino también en infraestructura, ¿qué proyectos hay para #LaPrimeraDelConurbano a futuro?
– La Universidad está rumbo a cumplir 50 años y el objetivo es continuar en este camino de acuerdos que hemos construido. Vamos a seguir trabajando  en la consolidación de la infraestructura para los espacios comunes, y de las instalaciones específicas para las prácticas profesionales de cada unidad académica. Además, tenemos la prioridad de desarrollar sistemas y herramientas para lo que se viene que es la modalidad dual de cursada. Durante 2020 pudimos dar respuestas, sin embargo es necesario profundizar las acciones porque este tipo de educación a través de las nuevas tecnologías llegó para quedarse.

– ¿Crees que es importante que los profesionales universitarios recibidos en instituciones públicas lleguen a puestos dentro de la política de Estado? ¿Por qué?
– Históricamente la Universidad Pública fue la que aportó la mayor cantidad de funcionarios y funcionarias, cuadros políticos y técnicos. Pero no sólo en el sector público, también en el sector privado y en el exterior, nuestros graduados y graduadas aportan conocimientos y experiencias. Creo que la formación en las universidades públicas está fuertemente atravesada por los ideales de la Reforma Universitaria y también por lo que representa el acceso a la Universidad, en ese sentido el compromiso con la comunidad y con el bienestar del pueblo es muy fuerte.

– ¿Cuáles son tus proyecciones a futuro a nivel profesional e individual? ¿Te gustaría seguir en la Universidad o ya directamente dedicarte más a la política por fuera del ámbito educativo?
– Por ahora no me lo he planteado. En este momento tengo responsabilidades que son de suma importancia. Trabajo para mejorar la Justicia y lo seguiré haciendo desde donde me toque. Y respecto a la Universidad, es un espacio que uno nunca abandona, porque es su casa. ©

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