La cocina-comedor desarrollada en el Espacio 12 de Casa FOA, y proyectada por el arquitecto Daniel Germani y la dupla de arquitectas de Estudio Memo, Patricia Mezzadra y Carola Moris, se llevó el principal galardón en arquitectura.

Un diseño austero pero muy funcional, conformado por muros blancos con revoque grueso, piso granítico original del edificio recuperado y maderas cálidas. La iluminación indirecta acentuando la altura del espacio original, así como la puntual y baja genera espacios íntimos y acogedores. La inclusión de la tecnología y de diversas experiencias sensoriales ayudan a transformar un espacio que carece de terrazas o grandes ventanales en un lugar conectado con la naturaleza y el afuera.
Proyectado por el arquitecto Daniel Germani y la dupla de arquitectas de Estudio Memo, Patricia Mezzadra y Carola Moris, esta cocina-comedor se llevó el principal galardón en arquitectura. El desarrollo de este espacio parte del relevamiento histórico de un edificio que presenció uno de los eventos más trágicos de la historia de la ciudad de Buenos Aires. Desde este lugar de respeto por el edificio, su historia y el trabajo de recuperación que se hizo en los años 90, se acercaron al diseño de un espacio austero en su estética, pero muy actual en su funcionalidad.
Muros blancos con revoque grueso, piso granítico original, maderas cálidas, iluminación indirecta para acentuar la altura del espacio original, así como iluminación puntual y baja, decisiones tomadas para generar espacios íntimos y acogedores.


Un espacio que mira al futuro con optimismo y que se beneficia  y aprende de los grande cambios generados por la tecnología.

Un espacio que mira al futuro con optimismo y que se beneficia y aprende de los cambios generados no sólo por la tecnología sino por los efectos de la pandemia. La inclusión de la tecnología y de diversas experiencias sensoriales ayudan a transformar un espacio que carece de terrazas o grandes ventanales en un lugar conectado con la naturaleza y el afuera.
La idea de sostenibilidad presente en el uso de iluminación LED, una zona de compostaje, un jardín de invierno donde cultivar hierbas y vegetales y por sobretodo la reutilización y revalorización de lo existente. El espacio nos recibe con un foyer donde el jardín de invierno es el gran protagonista. Una vez dentro del espacio nos encontramos de un lado la zona de comedor y del otro lado el sector de cocina, preparación y lavado. Una isla con los cuatro lados abiertos se transforma en el corazón del espacio donde el cocinar es una actividad que se puede hacer en “familia”. Un espacio que fluye y que nos permite compartir momentos íntimos o con amigos.

Un espacio que fluye y que nos permite compartir momentos íntimos o con amigos.

En el sector de comedor se genera una zona de relax, donde la banqueta tradicional se transforma en una “cama” donde leer, relajarse o simplemente estar. La idea fue combinar nuevas tecnologías y visiones aplicándolas a un espacio determinado para poder crear una sensación completamente nueva, aprovechando al máximo cada recurso, ya sea nuevo o existente, sin dejar de lado la estética y funcionalidad.
Este espacio también recibió los premio Casa FOA y Dekton by Consentino, el Premio Casa FOA y Living Pampa a la creatividad e innovación, el Premio Casa FOA y Tecnoperfiles a la mejor aplicación de aberturas de PVC, el Premio Johnson Acero a la mejor exhibición de piletas y el Premio Riel Americano a la mejor exhibición de cortinas. ©

TXT I FOTOS: Prensa


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