Los alrededores de la Catedral Notre Dame tendrán un nuevo diseño paisajístico, a cargo del arquitecto paisajista Bas Smets, que los transformará en un espacio más amigable con los visitantes y mejor preparado contra el cambio climático.
Más de 800 años de historia, 100 de ellos mientras duraba su construcción, iniciada a principios del siglo XII, ardieron ante los ojos de mundo el 15 de abril de 2019. El edificio, Patrimonio de la Humanidad, testigo de momentos históricos, como la Revolución Francesa, la coronación de Napoleón o la expulsión de los nazis, ardió durante horas.
Aún se desconocen las causas de un incendio que a poco estuvo de acabar con el emblema parisino. El andamio de 200 toneladas y más de 100 metros de altura que se instaló para reformarlo acabó siendo un amasijo de hierro fundido cuya retirada puso en duda el posible derrumbe de la catedral. Por suerte, año y medio después, se consiguió despejar para iniciar las obras, cuyo final se programa para el año en que París celebrará los Juegos Olímpicos.
A pesar de que el aspecto de Notre Dame permanecerá fiel a la estética interna y externa, según indicaron las autoridades francesas, no será así con sus alrededores. El arquitecto paisajista Bas Smets ganó un concurso organizado por el ayuntamiento de París para rediseñar los alrededores de la catedral. El ambiente urbano que la rodea prevé ciertos cambios que harán del km 0 francés un lugar más amigable con los visitantes y más preparado contra el cambio climático.
El pasado 27 de junio, el jurado anunció que el equipo dirigido por el paisajista Bas Smets era el ganador del concurso. El proyecto, que está previsto para comenzar en 2024, reimaginará la plaza y los estacionamientos subterráneos que se encuentran bajo ella, incluyendo la cripta arqueológica, la plaza Jean XXIII situada detrás de la Catedral, las orillas del río Sena y las calles adyacentes.
Este amplio proyecto pretende devolver a los parisinos al corazón de París y acoger en mejores condiciones a los 12 millones de visitantes que acuden cada año.
El proyecto desarrollado por el arquitecto paisajista Bas Smets, el arquitecto y urbanista GRAU, y Neufville-Gayet como colaboradores en la dimensión patrimonial, ofrece oportunidades de visión hacia Notre Dame. Reimagina su relación con el río Sena. La plaza del frente de la Catedral se imagina como un espacio abierto rodeado de vegetación que resalta la fachada oriental de Notre Dame. Los árboles que la rodean darán sombra a las zonas de descanso. Al mismo tiempo, una fina capa de agua goteará ocasionalmente para refrescar el patio delantero en épocas de mucho calor, creando reflejos.
La plaza situada detrás de la iglesia se convertirá en un amplio espacio público continuo que se abrirá hacia el ábside de la catedral.
“Desde hace 800 años, Notre Dame ha sido una testigo privilegiada de la transformación de la ciudad.
Repensar su entorno significa cuestionar primero el tipo de espacios públicos para la ciudad del mañana”, asegura el arquitecto paisajista Bas Smets. “Las figuras urbanas, como el atrio, la plaza, la alineación y las riberas del río, están todas presentes alrededor de la catedral, pero de forma fragmentada. El proyecto revela la calidad de cada lugar y replantea cada una de estas figuras desde el doble ángulo de lo colectivo y del clima”.
La plaza situada detrás de la iglesia, actualmente dividida por setos y vallas, se convertirá en un amplio espacio público continuo que se abrirá hacia el ábside de la catedral. Los jardines del sur y los árboles existentes se integrarán en un gran parque ribereño de 400 metros de longitud. Se plantarán un total de 131 árboles nuevos. Se propone transformar el actual estacionamiento subterráneo, situado bajo la actual plaza principal, en un paseo interior.
Éste albergará las zonas de recepción de Notre Dame, de más de 3.000 metros cuadrados, y ofrecerá acceso a la cripta arqueológica y una apertura hacia el Sena.
Los jardines del sur y los árboles existentes se integrarán en un gran parque ribereño de 400 metros de longitud.
De mayo a noviembre de 2021 se llevó a cabo una amplia consulta pública sobre el futuro del entorno de Notre Dame. El proyecto también se basa en tres métodos de asociación de ciudadanos, que intervinieron en diferentes niveles de avance en el desarrollo del proyecto: una consulta previa, en la que se invitó al público en general, una comisión de ciudadanos y un colegio de ciudadanos/asociaciones invitados como parte del jurado. La ciudad de París pretende comenzar la construcción en 2024 y terminarla en 2028. ©
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