La nueva ópera de Busán se preyectó como un espacio interactivo y democrático que responde a las ambiciones e intereses del público, en terrenos recuperados al paseo marítimo.

Con la construcción de la nueva Ópera de Busan, la ópera ya no será un lugar de recreo pasivo para la élite, sino que se convierte en un espacio interactivo y democrático que responde a las ambiciones e intereses del público. Ubicada en terrenos recuperados en el paseo marítimo de la ciudad, la nueva Ópera convertirá el área históricamente industrial en un espacio público para la ciudad asiática.
La Ópera en la actualidad no sólo representa una identidad cultural, es mucho más que eso, está ahí para formar, moldear, crear y manifestar la conciencia cultural. Sus creadores, del estudio noruego Snøhetta, diseñaron el proyecto para la Busan Opera House a partir de su experiencia en edificios para la ópera contemporánea, incorporando el concepto de la atracción interactiva con una tipología abierta y acogedora.
Su forma se deriva de su propio contexto y cultura. El diseño se refiere a Kun (Cielo) encontrando a Kon (Tierra) que nuevamente se encuentra con Kam (Agua). Los trigramas clásicos (dibujos lineales que corresponden al Yin Yang en tres líneas) de estos elementos describen este sitio excepcionalmente bien, al mismo tiempo que se refieren a las relaciones históricas y filosóficas de gran importancia para la cultura coreana. La ligera flexión de las superficies en el diseño de Snøhetta son las barras de los trigramas ligeramente deformadas para tocarse y encontrarse entre sí de manera sutil.
La sala de ópera está concebida como un instrumento musical, formado precisamente para resonar con la acústica y la resonancia operísticas. Al igual que con la pared del vestíbulo, el auditorio se construirá con paneles sólidos de madera de cerezo.

La geometría de la ópera se compone de dos curvas opuestas. La inferior es un puente entre el sitio y el edificio que se ancla en el suelo.

 

La Ópera de Busan está diseñada para ser lo más abierta posible en la planta baja. El espacio del vestíbulo envuelve dos lados del edificio hacia el mar. Este nivel es la ubicación del vestíbulo principal de la casa, el restaurante y la entrada pública al Parterre.
Las características rampas de acceso conducen a un segundo espacio público en la azotea, devolviendo al público lo que ocupa la huella del edificio al permitir que los visitantes caminen sobre su techo.
Abarcando entre los dos planos públicos y envolviendo las funciones públicas se encuentra la piel suave y fluida, que ofrece protección y transparencia al vestíbulo interior y une el plano del suelo con el plano del techo en un movimiento ininterrumpido.

La sala de ópera está concebida como un instrumento musical, formado precisamente para resonar con la acústica y la resonancia operísticas.

La geometría del edificio se compone de dos curvas opuestas. La curva inferior arqueada es un puente entre el sitio y el edificio que se ancla en el suelo. La curva superior abarca el cielo y la Ópera, creando así una interacción entre ambas superficies, donde la tierra toca el cielo y las montañas tocan el mar. Las cuatro esquinas del edificio conectan la ciudad y el lugar con el mar. Dos de estas esquinas se levantan para formar una entrada desde la ciudad y una entrada desde el mar. Estas entradas están vinculadas con un espacio público continuo, que fluye alrededor de la casa de la Ópera y salen a la plaza pública. El plano superior se eleva en una diagonal opuesta para acomodar el volumen programático.


La casa de la Ópera se desarrolla en cuatro niveles: en la planta baja se encuentra el vestíbulo que permite acceder al foyer de la sala principal y al restaurante; el primer nivel alberga la sala de eventos; desde el segundo se accede al primer balcón de la sala y al bar; en el tercero se ubica la Academia, las salas de ensayo y el comedor del personal; el último nivel está destinado a la administración.
La fachada será construida con paneles de vidrio y mármol. Los paneles de mármol colocados en pendiente actúan como solado de la plaza. La envolvente transparente se extiende entre los planos que se entrecruzan para ofrecer protección y transparencia al vestíbulo, un sistema de cables tensados que se extienden en la parte superior e inferior sujeta la estructura. La plaza superior será un lugar para la contemplación accesible a todo el público.
La Ópera de Busan está proyectada para ser finalizada este año, tras las demoras generadas por la pandemia de Covid19. ©

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