La Zaida

Hace 110 años, el 9 de abril de 1913, se fundó el partido de esteban echeverría. Desde hoy, y mes a mes, iremos repasando su historia y su patrimonio.

Desde sus primeras ediciones, la revista Metro ha tomado parte activa en la difusión de la historia urbana local y la preservación del patrimonio. Bajo esa premisa, en el año 2000 editó un anuario con la recopilación diferentes capítulos sobre edificios históricos y viejas casonas que habían sido publicados en la sección de historia urbana de la revista. Y años mas tarde, en 2013, editamos El libro de los 100 años de Esteban Echeverría, que abarca desde los orígenes, cuando estas tierras eran habitadas por los querandíes, y recorre la época colonial, la llegada de los escoceses, la fundación del pueblo de Monte Grande y la posterior creación del partido de Esteban Echeverría, haciendo un recorrido por la historia urbana hasta llegar a nuestros días.

Hoy revisitamos la historia de “La Zaida”.

La quinta “La Zaida” se crea en 1903, cuando Manuel Cichero le adquiere a Luis Guillón una primera fracción que daba sobre la calle Coronel Manuel Dorrego y Carlos Casares (hoy Dr. Anacleto Rojas), del pueblo de Monte Grande.
En ese predio se construyó en tres meses un chalet de madera diseñado por la firma John Wright, donde la familia veraneó durante muchas temporadas.

Con el correr de los años, Cichero compró nuevos terrenos linderos y llegó a poseer la manzana completa cuando Esteban Seguí le vendió la esquina de las mencionadas calles Dorrego y Dardo Rocha.
En el lote que fuera propiedad de Seguí existía un pequeño chalet de estilo inglés, al que se le introdujeron mejoras, para permitir mayores comodidades durante la estancia de veraneo.
Al fallecer Corina Pitré, esposa de Manuel Cichero, la sucesión le adjudicó la quinta a su hijo Aníbal Cichero Pitré, quien en 1934, resolvió realizar una importante refacción en el chalet principal. Le encargó la obra al prestigioso arquitecto Alejandro Bustillo.

La refacción del chalet principal, realizada en 1934 a pedido de Anibal Cichero Pitré, estuvo a cargo del prestigioso arquitecto Alejandro Bustillo.

Posteriormente se encaró una ampliación que quedó a cargo del sobrino de este destacado profesional, arquitecto Ernesto Dickman Bustillo.
Durante esta etapa se construyó una piscina con sus correspondientes comodidades, duchas, vestuarios, etcétera.
“La Zaida” en su pleno tamaño de una manzana fue a partir de 1963 subdividida y quedó con un cuarto de manzana, en la esquina de Dardo Rocha y Coronel Manuel Dorrego.
Esta propiedad no solamente adquiere relevancia en el orden local, sino en la ciudad de Buenos Aires, porque “ha sido y sigue siendo visitada constantemente por el mundo porteño”, al decir de don Aníbal.
Debemos señalar que la “Peña de Armas” constituida por los esgrimistas del Jockey Club, nació en “La Zaida”, y así constaba en una placa colocada en la misma. Durante treinta y cuatro años se disputó en su hermoso jardín, el concurso de espada de terreno que llevó el nombre de esta regia mansión de nuestro pueblo.



Su particular estilo de construcción y ubicación estratégica en pleno centro de Monte Grande hacen que, desde que fuera vendida en 2008 a la cadena gastronómica “La Quintana”, las instalaciones de la que fuera su casona principal sean sede de uno de los restaurantes más concurridos de nuestra ciudad cabecera. Si bien opacaban la hidalguía de la residencia, los locales fueron construidos con un estilo que sigue las líneas de construcción de la casona.

La “Peña de Armas” constituida por los esgrimistas del Jockey Club,  nació en “La Zaida”, y así constaba en una placa colocada en la misma.

A fines del 2018 “La Quintana” cerró este local, y durante algunos años, Pandemia mediante, La Zaida se encontró vacia ya abandonada.
Este año dos nuevo locales volvieron a instalarse en la vieja/nueva casona y le devolvieron algo de su histórico encanto, que sigue deslumbrando a quien la visita. ©

 

TXT I Fotos: GEM


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