La Chef Patisserie Valeria Barral es la dueña del emprendimiento Cremé Brûleé Pastelería y cada día tiene un público más grande en sus redes sociales gracias a sus cursos en vivo.
La cuarentena la obligo a reinventarse y a ofrecer talleres de pastelería de un modo diferente al que ella estaba acostumbrada y ahora es una influencer en el rubro.
Hace muchos años que se dedica al mundo de la pastelería profesional, da talleres, cursos y ofrece servicios de catering, pero desde hace unos meses las aulas virtuales en Instagram y Facebook se volvieron el boom de esta pastelera que desde Monte Grande llega a gente de toda Argentina e incluso de otros países.
– ¿Cómo arrancaste profesionalmente en el mundo de la pastelería?
Hace 19 años que estoy en el mundo gastronómico. La escuela donde hice mi carrera es The Bue Trainners, en aquel entonces mis papás no podían pagarme el estudio ahí, así que accedí a una beca de trabajo por estudio en Gate Gourmet Argentina. Luego, a los profesores les gustaba como trabajaba y me eligieron para ser ayudante de Cátedra, ahí dejé de estar en planta y directamente empecé a trabajar en la escuela. Esa experiencia fue como un entrenamiento intensivo. Lo primero que estudie fue para Chef y luego me volqué hacia la Pastelería, porque me di cuenta que era donde estaban mis habilidades.
Mis primeros trabajos fueron en la televisión, trabaje 3 años en Utilísima en un programa que se llamaba “Todo dulce”, ahí me encanto todo lo que tenía que ver con las cámaras y lo mucho que me gustaba enseñar. También hice alguna aparición en canales de televisión, como por ejemplo Canal 9, en el programa “Chicas Express”. Luego de todo eso, empecé mi carrera más en la hotelería y ahí fue donde gane la experiencia más fuerte.
– ¿Cómo llegaste a Facebook e Instagram? ¿Qué sentís con tanta devolución del otro lado?
La gratitud es inmensa. Cuando yo comencé con esto no existía Instagram y solo tenía Facebook, por eso esa red tiene 9 años aproximadamente y hay muchísima gente de todos lados. Pero Instagram, que es una red social más nueva para mí y que me permitió en la cuarentena llegar a más gente, me deja hacer vivos, dar tutoriales y la gratitud que tengo es muy grande.
Tengo actualmente clases en donde hay gente de España, Ecuador, Estados Unidos, gente que paga para tomar clases conmigo de lugares donde nunca pensé que iba a llegar con mi trabajo. Para mí es un aprendizaje enseñar de forma virtual, yo estaba acostumbrada a las clases presenciales con los alumnos en el taller y viéndolos.
– Tenés tu propia escuela de pastelería… ¿cuántos cursos das?, ¿cómo comenzó ese proyecto?
Hace 9 años que tengo mi propio taller. Cuando decidí ser mamá quería ser más independiente y ya no era posible seguir haciendo trabajos de noche o volver de los hoteles a las 3 de la mañana. Entonces, empecé a volcarme más hacia la enseñanza y me prepare para ser profesora de Pastelería y di clases de eso en varias escuelas de cocina. Cuando fui mamá por primera vez me di cuenta que quería estar más en casa con mi hija y ahí arranco mi emprendimiento personal para estar más en casa.
Créme Brûleé tiene ya casi 10 años desde que lo empecé, en donde puse mi propio taller. Al principio vendía catering dulce para eventos y después me empezaron a llegar alumnos que querían clases y ahí aproveche y las incorpore a mi emprendimiento. Hoy en día viene gente de todos lados a tomar los cursos, no solo de la zona, vienen desde Villa Gesell, Bariloche, gente que se hospeda acá y toma intensivos. Para mí es un montón que la gente me elija para aprender.
En el mes de julio inician las aulas virtuales de decoración de tortas. Pero en general hay muchas aulas disponibles. La particularidad de mis cursos online es que son en vivo y respondo en el momento todas las dudas, de hecho la mayoría cocina al unísono conmigo desde sus casas. Obviamente, que a diferencia de un link que vos compras que dura 35 minutos, mis aulas son más extensas en tiempo porque me pongo a trabajar con más de 100 personas al unísono. Creo que eso está marcando la diferencia y hace que haya tanta convocatoria.
– Se nota que sos una apasionada de tu trabajo, ¿qué te gusta más hacer eventos y cocinar para otras personas o enseñar?
Sinceramente me gustan las dos cosas, pero enseñar más. En los últimos tiempos, me han llamado de otras provincias para dar clases por ejemplo. Esto para mi es mi profesión, pero más es mi pasión, especialmente porque si no no podría dedicarme a esto ya que es una carrera muy sacrificada. La realidad es que cuando la gente festeja, uno está trabajando para ellos. En esta profesión los amigos o reuniones quedan a un lado, porque el fin de semana es el momento donde más trabajamos y estas hasta altas horas trabajando.
Es difícil no abandonar los eventos para los que me gusta hacer el catering, la mesa dulce y demás y combinar con viajar y dar clases en otros lados. La idea es hacerlo pero poco a poco. Para mí es un orgullo enorme poder trasmitir mis conocimientos, lo celebro y disfruto mucho.
– ¿Qué proyectos tenés pensados para el futuro?
Las clases virtuales no quiero dejarlas, pero tampoco dejar las clases presenciales que di siempre en mi taller porque a mis alumnas les gusta mucho lo que se genera en el espacio. Lo que se comparte dentro del aula presencial tiene una magia muy linda. Pero si, a partir de este año, quiero empezar a incorporar otras cosas. Tengo la suerte que a través de la redes me empezaron a contactar las grandes marcas de la pastelería solicitando mi trabajo, pidiéndome vídeos explicativos. Hice uno para una marca reconocida de moldería de pastelería y ya tuvo más de 20 mil reproducciones, les gusto tanto que volvieron a contactarme para hacer cosas nuevas con ellos. Quiero darme la posibilidad y el tiempo de responderle a las marcas que me contactan y decir que si, para así poder llegar a muchas otras personas.
Mis clases virtuales son en vivo para que la gente viva la experiencia en tiempo real, cómo se hace, cómo se hornea y cómo sale realmente del horno. Muy distinto a cuando hacia las explicaciones en Utilísima y de debajo de la mesada sacaba el plato terminado ya listo para presentar.
– ¿Cómo manejas tu negocio con la cuarentena? ¿Crees que el mundo virtual cada día será más presente en la gastronomía?
La verdad que para mí con lo virtual se abrió una puerta enorme. Yo hace rato que tenía pedidos de clases virtuales y no lo hacía por que ponía excusas con respecto a la tecnología, el micrófono, etc. Siempre estaba postergando para llegar a la excelencia porque soy muy perfeccionista y la verdad que con esto de la cuarentena que tuve que hacer los cursos con las condiciones que estaban, me di cuenta que la gente no sé si busca tanto la excelencia en todo, sino que el público te elige a vos, a tu forma de enseñar, la cercanía con ellos.
Mis clases virtuales son en vivo para que la gente viva la experiencia en tiempo real, cómo se hace, cómo se hornea y cómo sale realmente del horno. Muy distinto a cuando hacia las explicaciones en Utilísima y de debajo de la mesada sacaba el plato terminado ya listo para presentar.
Primero en mi cuenta de Instagram hice vivos donde explicaba recetas y luego la gente me empezó a pedir los cursos virtuales obviamente para pagarlos y ahí empecé con las aulas online que tengo ahora. Al principio pensaba que se iban a anotar 10 personas y de repente, me encuentro con que en un aula virtual se anotan 180 personas y esto sucede porque yo me tomó el trabajo de compartir los resultados de los alumnos. Cuando la gente ve que el resultado es bueno y que al alumno le sale igual que a vos quieren participar.
Creo que las aulas virtuales llegaron para quedarse, incluso después de la cuarentena. Especialmente para mucha gente que no podía llegar presencialmente a mis clases, por ejemplo con gente que vive en otras provincias o países. Estoy sorprendida con la avalancha de alumnas que tengo de Córdoba y Neuquén, que son las dos zonas de las que más me llegan consultas.
– ¿Cuál es la clave para lograr el éxito con un emprendimiento propio? ¿Qué les dirías a las personas que son como vos y tienen ganas de lanzarse al mercado?
En primer lugar es importante la perseverancia, como les digo a mis alumnos siempre “esto no es un camino de pétalos de rosa”, ósea te vas a caer un montón de veces. Es muy difícil sobre todo para los que tienen un trabajo en donde cobran su sueldo de forma independiente y en este caso emprender es lanzarse y “vender para comer”. Entonces, no hay que aflojar nunca, para mí no hay nada como hacer lo que nos gusta, es impagable y no lo cambio por ningún sueldo de todos los que he ganado. Tener mi propio emprendimiento tiene mucho más valor que cualquier otra cosa.
El camino del éxito, como siempre les digo a mis alumnos, además de la perseverancia es la honestidad. Si vos sos honesto con los clientes, con vos mismo, con el producto que vendes, con la calidad, vas a tener clientes para siempre y te elegirán por la nobleza del producto. Hay un millón de pasteleros hoy, es súper surtido lo que el público puede elegir, pero siempre hay que apostar a que vuelvan a tu producto.
– Si tuvieras que elegir un momento donde tuviste un antes y después en la carrera, ¿cuál sería?.
El antes y después fue cuando daba clases en escuelas de cocina, ahí descubrí que la enseñanza es mi lugar. Es una magia que la celebro, uno puede saber un montón pero no todos pueden trasmitirlo. La devolución que tengo es que trasmito mucho, mis alumnos vienen y se quedan justamente por esa razón, más allá del conocimiento que pueda darles. Para mi sumergirme en el mundo de la enseñanza fue el momento clave de mi carrera, la devolución en la docencia es hermosa. ©
Contactos:
cremebruleepasteleria@gmail.com
Face: @CBcremebruleepasteleria
Insta: cb_cremebruleepasteleria
TXT: Grupo Editorial Metro I FOTOS: @Biz.ActitudCreativa