Entre en mi pago sin golpear

La actual pandemia, generada por el Covid19, ha llevado a muchos argentinos a replantearse la forma en la que estamos viviendo y, ante este panorama, han comenzado a consultar cómo podían hacer para instalarse en el interior de las provincias.

Ante la situación compleja que atraviesa el mundo actualmente, las ciudades muestran sus limitaciones y los pueblos rurales, su potencial. La pandemia del coronavirus llevó a muchas personas a cuestionarse la forma en la que viven, y ante este panorama, miles de argentinos comenzaron a consultar cómo podían hacer para instalarse en alguna zona rural y es ahí que aparecieron muchas fundaciones y ONGs que se dedican a promover la migración hacia el interior de las provincias.
La situación que se presentó en los últimos meses en las grandes ciudades y especialmente en Buenos Aires, lleva a la población a repensar el modo de vida, a planificar mudanzas más lejos de las grandes urbes y a mirar hacia el futuro en busca de tranquilidad.
La migración hacia zonas más rurales no es un planteo que solo surge en Argentina, sino también en muchos países como Estados Unidos, India y Perú. Estudios realizados en las últimas semanas revelan que las redes sociales son un reflejo de lo que ocurre, donde se ha dado un incremento desmesurado de las consultas para repoblar comunidades rurales.
Muchas ONGs promueven la migración planificada y sostenible hacia los pueblos que necesitan de habitantes. Un ejemplo de ello es la Fundación Es Vicis, que trabaja sobre el lema de “volver a los pueblos” y lanza diferentes campañas para incitar a esta opción.

La situación en los últimos meses lleva a la población a repensar el modo
de vida, y a planificar mudanzas más lejos de las grandes urbes.

El año pasado, a través del programa Bienvenidos a Mi Pueblo, Es Vicis llevó adelante una prueba piloto en Colonia Belgrano, Santa Fe, mediante la cual instalaron a 15 familias en la localidad. En una cooperación público-privada construyeron 20 viviendas disponibles con acceso a créditos. La ONG aseguró que la migración generó un crecimiento del 10 % de la población y la creación de 23 emprendimientos que no son agropecuarios.
Si bien el deseo de migrar hacia los pueblos rurales se advierte ya desde hace unos años, en los últimos meses creció el interés por escapar de las grandes ciudades. La migración se volvió una alternativa luego de la crisis por el virus Covid-19. Entre las razones del deseo de migrar hacia el interior está la búsqueda de mayor tranquilidad.
Otro ejemplo de ONG que busca repoblar zonas rurales de Argentina es Responde, cuya misión es evitar la desaparición de pequeños pueblos, a través de proyectos sociales y económicos que permitan a su gente encontrar oportunidades de desarrollo sin verse obligados a abandonar sus raíces. En esta Fundación llegaron a relevar, visitar, conocer e implementar proyectos de distinta magnitud en casi 200 pueblos de todo el país de menos de 2 mil habitantes.

Responde realizó un programa llamado “La Argentina que Aparece”, donde se hizo un mapeo de autosustentabilidad y se investigó sobre el ADN de cada pueblo, para que esa información sirviera de base para la toma de decisiones de gobiernos u organizaciones.
El aislamiento produjo la reflexión en más de un ciudadano que aprendió a canalizar todas las actividades, estudio, trabajo y comunicación por distintas plataformas de internet. Muchos se dieron cuenta que podían continuar con sus responsabilidades independientemente del lugar desde donde las estén realizando.
“El confinamiento me permitió pensar en un modo diferente de vivir, especialmente en replantearme si la ciudad es el lugar donde quiero pasar el resto de mis días”, declaró Rodrigo (30 años).
“Antes de la cuarentena pase por momentos de inseguridad que me hacían pensar en irme de acá, pero el coronavirus creo que es el último empujón a algo que vengo analizando hace tiempo”, dice Macarena (41 años).
“No quiero esta vida para mi hijo. Hace mucho venía pensando en irme del país o de la ciudad y esta situación solo aceleró el proceso”, cuenta Andrés (28 años).
La posibilidad de pensar la vida con un diseño distinto es uno de los descubrimientos del ser humano en medio de la pandemia mundial por el coronavirus. Los proyectos para poblar lugares donde hay pocos habitantes son incontables y lo que se necesita es gente que desee instalarse allí.
Pasaron más de 100 días de aislamiento obligatorio en la ciudad de Buenos Aires y, mientras que buena parte del país avanza hacia la normalidad, en el área de Capital Federal y el Conurbano Bonaerense la situación es distinta. Ambos son los principales focos de contagio de todo el país, por lo que se dispuso la extensión de la cuarentena. Después de esta difícil situación de encierro, ¿se dará una revalorización de la vida al aire libre? ©

Fundación Responde ONG
www.reponde.org.ar
Redes: @asociacion.responde

Fundación Es Vicis
www.esvicis.org
Redes: @Es Vicis

 

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