Como un homenaje a los antiguos pescadores y para establecer un elemento de contraste, el estudio O-Office Architects diseñó una capilla que se destacan entre el moderno paisaje costero de Shanwei.

Si bien durante la época contemporánea China desarrolló su economía hacia el interior del país, principalmente por la actividad del sector agrícola e industrial, en las ciudades costeras del gigante asiática se continuaron realizándose intercambios comerciales, de alguna forma, independiente a cómo iba avanzando el país.
Aunque esto no es nuevo -los primeros contactos de China con el mundo occidental sucedieron, justamente, a través de sus ciudades costeras- sólo en los últimos años estas urbes comenzaron a destacar por ser una puerta de entrada al país, donde no sólo se experimentan importantes transacciones comerciales. También, nacen interesantes polos de desarrollo relacionados con áreas como la tecnología, trayendo consigo la construcción de impresionantes y modernas edificaciones.
Con nuevos rascacielos y centros de desarrollo tecnológicos apareciendo casi de forma permanente, los espacios destinados a asuntos relacionados con la espiritualidad parecen destinados a ocupar un segundo plano. Esto, sin embargo, cambia de manera drástica con la Capilla Costera de la Bahía de Jinting, proyecto desarrollado por estudio de arquitectura local O-Office Architects.
Ubicada en pleno borde costero de la ciudad de Shanwei -un antiguo asentamiento de pescadores ubicado en el sur de China, la capilla sirve como un “ancla espiritual y figurativa”, explicaron desde el estudio.


La capilla “emerge” desde la misma costa de Shanwai y rompe de inmediato con el paisaje cercano, formado por edificaciones modernas.

Así, buscando ser un reflejo de la transformación que tuvo este pequeño pueblo pesquero a una urbe cuya actividad principal devino en el turismo, esta edificación se convierte, además de una suerte de “homenaje” al pasado de Shanwei. “Examinamos e intentamos crear esta nueva ‘imagen del mar’ con una perspectiva paralela de la historia mientras recibimos el encargo para diseñar este espacio”, comentaron desde O-Office Architects.
En ese sentido, la capilla “emerge” desde la misma costa de Shanwai y rompe de inmediato con el paisaje cercano, formado por edificaciones modernas, transformando drásticamente el paisaje y convirtiendo al templo en el punto focal de la línea costera.
A la iglesia se accede a través de una pasarela pavimentada de 36 metros de largo. Los muros exteriores curvos que flanquean la capilla guían a los visitantes desde la amplia entrada lineal hacia la parte posterior que se estrecha y se extiende verticalmente.
Paredes acristaladas de piso a techo bordean la entrada, proporcionando a la capilla una transparencia que enmarca el área de culto y el paseo marítimo. El techo se eleva desde el punto más ancho para unirse al eje más alto. El vidrio se extiende a lo largo de la altura de la pared trasera, lo que permite que la luz inunde el espacio, enmarcando de manera similar la playa, el cielo y el sol.

Fachadas curvas y de hormigón blanco

Edificada sobre un plano triangular, la Capilla de Bahía Jinting presenta un par de fachadas dicotómicas que dialogan con su contexto. “La fachada que da hacia la ciudad contiene un eje horizontal con una relación de altura/ancho de casi 1:10, con formas abstractas de una pantalla tradicional, jardín y un salón, permitiendo que las personas tengan este espacio para la espiritualidad en medio de la jungla urbana”, detallaron los arquitectos en la descripción del proyecto.
Por su parte, la fachada que mira hacia el mar “está cubierta por una ventana transparente, que tiene una relación altura/ancho de 5:1”, explicaron.  Por este motivo, esta sección de la capilla aparece más “comprimida y estirada hasta transformarse en un faro ubicado justo al borde del océano”.
Para brindarle más dramatismo a la capilla, la estructura completa se cubrió con un exterior de hormigón blanco prístino, lo que incrementó el contraste entre el templo y su entorno.

La estructura completa se cubrió con un exterior de hormigón blanco prístino, lo que incrementó el contraste con su entorno.

“El hormigón también agrega el toque ‘escultórico’ intrínseco al edificio en sí mismo, de modo que esta capilla no solo se encuentra allí como un objeto, sino como una escultura que rinde homenaje al mar“, explicaron desde el estudio. “Originalmente elegimos el color blanco por el significado simbólico de esta capilla como tótem de Matsu, por la pureza de la diosa Matsu, indicaron en referencia a esta diosa del mar en la mitología china, que ampara y protege a pescadores y marineros.
Finalmente, el primero piso de la capilla se dejó específicamente para servicios religiosos, mientras que en su sótano se colocaron oficinas para la administración del templo, servicios de mantenimiento del edificio, bodega y una sala de espera. ©

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