El Museo Subterráneo Monumental es el primer museo del mundo de escultura monumental ubicado 180 metros bajo tierra, se ubica en la Catedral de Sal de Zipaquirá, sitio considerado la primera maravilla de Colombia.

Se encuentra ubicado en dos cámaras al interior de la Catedral de Sal de Zipaquirá a 180 metros bajo tierra y a unos cuantos metros de la iglesia subterránea. La importancia de todo el complejo de la Catedral radica no solo en su valor religioso sino también en su valor patrimonial, cultural, ambiental y social.
Con la intención de conservar y dinamizar los valores históricos de este extraordinario lugar se plantea realizar un Museo de Escultura Monumental que vuelva a recuperar sus cualidades arquitectónicas, espaciales y simbólicas con una intervención que respete la autenticidad de la Catedral y de la mina desde la magistral actuación del arquitecto Roswell Garavito Pearl en 1990.
El Museo está localizado en una reserva natural y un complejo cultural llamado “Parque de la Sal”, un espacio paisajístico de 32 hectáreas en las montañas de la región dedicado a la minería, la geología y los recursos naturales. El proyecto busca la re-significación y la mejor apropiación en este extraordinario entorno rural y natural.
Concebido para albergar una serie de obras realizadas por 22 escultores de 19 países destacados a nivel mundial y que fueron invitados a Colombia para que trabajasen directamente en este sitio, el Museo busca en esencia recobrar el sentido profundo de la Catedral de Sal y vincularlo con la experiencia del Arte contemporáneo.


Ocupando dos cámaras contiguas e intercomunicadas por un túnel; el museo contiene una serie de bajo-relieves tallados en los muros laterales de las cámaras, un área para exhibición de las esculturas en mármol, un área para exposiciones temporales y un anfiteatro circular para la realización de eventos culturales; además, el museo está complementado por un café temático y una tienda para la venta de objetos artísticos relacionados con el propio museo.
Se propone así un gran escenario de esculturas de arte moderno monumental, activado con eventos singulares y pausas en el recorrido. Las obras se han dispuesto sobre dos plataformas que permiten resaltar las esculturas y que –como las piezas esenciales de una obra de arte mayor– se apoyan, se rehúnden o sobrevuelan los podios y se inscriben en los muros para ser contempladas por los visitantes desde diversos e inesperados ángulos y puntos de vista.
Según Yenny Páez Sabogal, gerente de la Catedral de Sal, el objetivo es fortalecer y ampliar este atractivo turístico para atraer a visitantes de todo el mundo.
“Seguimos ampliando todo este atractivo turístico que es la Catedral de Sal, por eso fortalecemos cada espacio para atraer a turistas de todo el mundo. Es así que con el Museo Monumental 180, hacemos referencia a la gran riqueza cultural de países como Colombia, Rusia, Nueva Zelanda, Costa Rica, Rumania, Corea del Sur, México, Chile, China, Japón, Ucrania y doce naciones más”.


Obras y eventos ocupan estratégicamente el espacio de las dos cámaras bajo el efecto de una constelación de luminarias que –sin alterar el genius loci de la mina–, lo potencian y le confieren un sentido renovado al conjuntar el espacio logrado por el trabajo de los mineros al excavar la mina, con las obras alcanzadas por el preciso trabajo de los escultores, sumado al trabajo logrado con el hormigón por los constructores y a la precisa ordenación de todos los elementos concebida por los arquitectos.
La irregularidad orgánica de las cámaras yace en tensión con el recorte preciso de la piedra, la fundición y el modelado geométrico del hormigón, el ensamble de la madera, la disposición cuidadosa de los eventos. El Museo Subterráneo Monumental persigue el equilibrio entre las fuerzas orgánicas del subsuelo con las fuerzas geométricas de la creación artística y arquitectónica instalada en lo más profundo de la mayor obra de carácter Patrimonial de Colombia: la Catedral de Sal. ©

TXT I Fotos: GEM


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